viernes, 12 de marzo de 2010

Como las oscuras golondrinas,
el humor volverá a mi poesía
cualquier día de estos
para descubrir
que mi corazón,
ese músculo antaño
tan poderoso,
se ha convertido
en una caricatura.
Tan sólo
porque en esta segunda parte
me haya propuesto
reirme de todo,
no imagines por ello
que me siento mejor.

Porque lo cierto es que,
al contrarrestar la entropía
y el efecto dramático
que tu existencia
produce en el universo,
yo creo estar tan sólo
cumpliendo con mi deber.

martes, 9 de marzo de 2010

No basta con nombrarlo,
ni se le puede convocar
como a un animal asustado,
Como a el pan y a la arcilla
al deseo hay que darle forma
manchándose las manos,
puliendo sus aristas
de diamante enterrado,
hasta que, poco a poco, va adquiriendo
su cariz de mineral perfecto
que tensa la vida como un arco.

El deseo entonces,
como una obra de arte,
se dispara sobre el ser amado.

sábado, 6 de marzo de 2010

Para contrarrestar tu crueldad divina,
he tenido que sacrificar
los últimos vestigios de mi fe,
adelgazar mi alma
hasta volverme
terriblemente humano.

Y , en mi nueva religión,
tú ya no eres el centro,
está expresamente prohibido
anclar palabras en el aire,
constituye una tremenda herejía adorarte
como lo haciamos ayer.

viernes, 5 de marzo de 2010

A veces siento que estoy
a una parada de autobús de alcanzarte
y otras que nunca abandonaré
la periferia de ti.

Momentos en que
una gruesa enciclopedia se interpone
y otros en que,
para conocerte,
me faltan tres páginas.

Mañanas en las que me descubro
a años luz de tus pensamientos,
pero tardes satélite en las que
puedo adivinar fácilmente
lo que vas a decir.

Contigo siempre es así.

Vivir a un click de algo
que nunca hace click.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Querida Andrea:

Cada mañana me armo de valor
y salto la alambrada
para cogerte unas rosas,
pero los desalmados de los guardas
todavía no me han multado
ni una sola vez.
Querida Andrea:

Desde que te conozco,
escribo desde los restaurantes
más extranjeros de la ciudad,
cartas de amor a la soledad
en idiomas
que ni siquiera ella conoce.

lunes, 1 de marzo de 2010

Mis amigos,
mis instintos
y todos los agentes racionales que conozco
me invitan denodadamente a hacerlo:

a escapar urgentemente de ti.

Incluso mi propia conciencia,
en sus horas más preclaras,
me conmina seriamente
a poner pies en polvorosa
a la voz de ya.

Unicamente mi poesía,
se niega a dejarte atrás
y me ofrece siempre
una resistencia tan absurda
como la de mi sobrina
a cambiar de piruleta.
 
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