Todo lo que dices no tiene sentido
y la lógica ha desaparecido de mis actos.
Podemos, sin embargo,
invertir la tendencia ahora mismo,
practicar otro juego del lenguaje:
domingo, 12 de junio de 2011
Para no cortarme las venas,
cada vez que pasas de largo.
yo pienso en la voyager.
Pienso en esa máquina maravillosa
cruzando el desierto del espacio,
acarreando su tonelada de basura humana
hasta los astros.
Pienso
en la voyager
y me doy cuenta de que
un día dejará de buscar
Cuando su núcleo atómico
se quede sin fuerzas,
se acabará su fe en el progreso
su chip de silicio tal vez colapse,
y esa máquina maravillosa
poco a poco irá apagándose
hasta quedar atrapada en la órbita
de algún desconocido planeta.
Pienso entonces en ti
y en ese planetoide
alrededor del cual
los mejores sueños de los hombres
acaban convertidos en chatarra.
cada vez que pasas de largo.
yo pienso en la voyager.
Pienso en esa máquina maravillosa
cruzando el desierto del espacio,
acarreando su tonelada de basura humana
hasta los astros.
Pienso
en la voyager
y me doy cuenta de que
un día dejará de buscar
Cuando su núcleo atómico
se quede sin fuerzas,
se acabará su fe en el progreso
su chip de silicio tal vez colapse,
y esa máquina maravillosa
poco a poco irá apagándose
hasta quedar atrapada en la órbita
de algún desconocido planeta.
Pienso entonces en ti
y en ese planetoide
alrededor del cual
los mejores sueños de los hombres
acaban convertidos en chatarra.
sábado, 11 de junio de 2011
viernes, 12 de marzo de 2010
martes, 9 de marzo de 2010
No basta con nombrarlo,
ni se le puede convocar
como a un animal asustado,
Como a el pan y a la arcilla
al deseo hay que darle forma
manchándose las manos,
puliendo sus aristas
de diamante enterrado,
hasta que, poco a poco, va adquiriendo
su cariz de mineral perfecto
que tensa la vida como un arco.
El deseo entonces,
como una obra de arte,
se dispara sobre el ser amado.
ni se le puede convocar
como a un animal asustado,
Como a el pan y a la arcilla
al deseo hay que darle forma
manchándose las manos,
puliendo sus aristas
de diamante enterrado,
hasta que, poco a poco, va adquiriendo
su cariz de mineral perfecto
que tensa la vida como un arco.
El deseo entonces,
como una obra de arte,
se dispara sobre el ser amado.
sábado, 6 de marzo de 2010
Para contrarrestar tu crueldad divina,
he tenido que sacrificar
los últimos vestigios de mi fe,
adelgazar mi alma
hasta volverme
terriblemente humano.
Y , en mi nueva religión,
tú ya no eres el centro,
está expresamente prohibido
anclar palabras en el aire,
constituye una tremenda herejía adorarte
como lo haciamos ayer.
he tenido que sacrificar
los últimos vestigios de mi fe,
adelgazar mi alma
hasta volverme
terriblemente humano.
Y , en mi nueva religión,
tú ya no eres el centro,
está expresamente prohibido
anclar palabras en el aire,
constituye una tremenda herejía adorarte
como lo haciamos ayer.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)